lunes, 13 de marzo de 2017

"UN CHICO DE REVISTA"



Tras acudir a las 22 horas del pasado sábado a la representación de "Un Chico de Revista" voy a expresar mi opinión, una opinión tan válida como cualquier otra y que es la de un simple aficionado, voy a comentar lo que me pareció por si hay algún interesado.
Considero que los aficionados a la Revista estamos de enhorabuena y deberíamos estar muy felices de que se esté representando en uno de los teatros referencia de la capital un espectáculo de la calidad que atesora "Un Chico de Revista". Por supuesto que es mejorable siempre y cuando se disponga de más posibles, disyuntiva supeditada por desgracia al vil metal, pero es innegable que el resultado obtenido saca el máximo provecho a los medios disponibles.

Ya desde la Presentación se hace evidente la intención de querer acercar a un público más joven del que originalmente acudía a representaciones de espectáculos de Revista en sus mejores tiempos, recibiendo al respetable con la sintonía de la serie por la que muchos de nosotros, los que por edad hemos tenido menos oportunidades de ver Revistas, nos enamoramos de este Género (Supragénero), el "Cómicas, farsas amables" de G. García Segura que utilizó Fernando García de la Vega para iniciar "La Comedia Musical Española" que en 1985 a mi particularmente, me marcó y fue el comienzo de mi afición a este maravilloso mundo.

Siguiendo con los números que tan brilllantemente se introducen en la trama, he de reconocer que esperaba más..., genuinamente revisteriles, que haberlos haylos, aunque abundan los cuplés principalmente inmortalizados para el gran público por Sara Montiel, lo que me invita a pensar que el autor está tan enamorado del género, como admiración demuestra hacía la figura de Sara Montiel. Los arreglos siempre a mi entender, respetan el espíritu de los creadores de los temas salvo en una excepción que me pareció un sacrilegio, un despropósito que me causó estupor tanto en los arreglos como en la puesta en escena (no por lo que algunos de los que ya han acudido puedan pensar) y que no es otra que la versión del blues "Vivir", original de "La Cenicienta del Palace". Muy al contrario de lo que le parece al director de escena Juan Luís Iborra momento del espectáculo del que está orgullosísimo. Resulta curioso que una orquesta con tan solo 4 músicos suene de la manera que lo hace, una Royal Filarmónica de Londres en potencia, ¡geniales!.



El argumento es ágil, sin vulgaridades y muy divertido, con momentos apoteósicos protagonizados principalmente por los personajes de Pepa Rus y Andreu Castro. Por poner una peguita, echo de menos el enredo típico de los libretos de revista haciendo una historia enrevesada, con malentendidos entre los personajes que compliquen la trama, juegos a los que los autores de Revista de antaño nos tenían acostumbrados.

Del plantel solo se pueden decir elogios, todos y cada uno de los componentes merecen mi admiración y respeto por su profesionalidad, buen hacer y ductilidad para ser miembros partícipes en la trama además de cantar y bailar, en el caso del excelente cuerpo de baile. Dentro de unos años diré orgulloso que vi a Cayetano Fernández cuando prácticamente estaba empezando, que bien en la interpretación y excelente como artista total, canta, baila, imita acentos, sorprendido.
En algunas ocasiones ha salido el tema de quien podría ser la vedette que revitalizara el género (supragénero), estoy convencido que Graciela Monterde es una candidata idónea por su presencia, bonita voz, dulzura, que tiene ese "nosequequequeseyo" que me dejó encandilado, con la boca abierta, ¡¡QUÉ ESCÁNDALO!!. María Vidal tiene destellos de actriz cómica que me sorprendieron, pero principalmente se metió al público en el bolsillo con la interpretación del cuplé "Nena" que aunque no lo hace como mandan los cánones de las cupletistas, pone tal pasión que emociona y levanta a los espectadores de sus butacas.
Rosa Valenty pasea dignidad, elegancia y clase por el escenario, estas cualidades siempre las tuvo y no las ha perdido. Me quedé con ganas de más Amelia Font. Hugo Ruíz se desdobla admirablemente. Pepa Rus y Andreu Castro se comen el escenario. Edu Morlans y Ángel Pardo cumplen con su papel.

Ojalá tengan todo el éxito que les deseo, ¡se lo merecen!, y para ello recomiendo encarecidamente acudir a presenciar este maravilloso espectáculo que ningún aficionado a la Revista y los que no lo son, no deberían perderse.

¡¡¡VIVA LA REVISTA!!!

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